¿Qué factores afectan el cuajado de los tomates y cómo mejorarlo?
Habitualmente nos ocurre todos los años que los primeros pomos cuajan bien, y luego en los pomos intermedios se produce una caída de flores sin motivo aparente, puesto que las plantas las vemos sanas, y a partir de julio-agosto, dependiendo de la climatología de nuestra zona vuelven a cuajar.
El cuajado deficiente en tomates puede deberse a varios factores clave que afectan la polinización y el desarrollo del fruto. A tener en cuenta que para lograr que nuestras tomateras tengan un cuaje óptimo, se deben presentar condiciones favorables de humedad y temperatura durante el día y durante la noche, que una flor permanece abierta entre uno a tres días, y que se debe polinizar antes de que se cierre.
A continuación, te explicamos los principales y cómo corregirlos para mejorar el rendimiento.
- Altas temperaturas
Las temperaturas elevadas, especialmente superiores a 35ºC durante el día y 25ºC por la noche, afectan la producción y viabilidad del polen. Cuando tenemos días de ponientes, o cuando el ambiente es seco, disminuye el número de granos de polen y y el cuaje o polinización no funciona bien, incidiendo en que esos racimos se pierden o se obtienen sólo dos o tres tomates. Es muy común apreciar racimos muy raquíticos, en los que el tubo polínico (estilo), se alarga y no se posibilita una fecundación natural.
- Humedad relativa (HR)
La humedad relativa óptima para la liberación y germinación del polen está entre el 50% y 80%. Humedades superiores al 85% compactan el polen y evitan su liberación, mientras que humedades muy bajas provocan que el polen se seque rápidamente, acortando el periodo de polinización.
- Fertilización equilibrada
Una nutrición desequilibrada, especialmente la falta de fósforo, limita la floración y el cuajado. También es fundamental mantener niveles adecuados de microelementos como boro y molibdeno para un desarrollo óptimo, así como otros microelementos, que deberemos tener regulados y compensados.
- Sanidad y control de plagas
Mantener la planta sana es esencial para un buen cuajado. La plaga más dañina es Frankliniella occidentalis (trips), que afecta directamente las flores poniendo huevos y alimentándose del polen, además de transmitir virosis. Cada hembra puede poner de 40 a 100 huevos a menudo en las flores, y los adultos pueden vivir de dos a cinco semanas. Otras plagas y enfermedades que debilitan la planta incluyen mildiu, alternaria, araña roja, araña invisible o vasates, mosca blanca, pulgones, nematodos, minadores de hojas. Todas estas plagas pueden debilitar la planta e influir… e incluso las virosis. y más. Es crucial usar tratamientos compatibles con la fauna auxiliar y polinizadores.
Para combatir los virus en tomate, es fundamental utilizar material vegetal con la mayor tolerancia posible a múltiples virus. Los transmisores de virus en tomate son insectos vectores que al alimentarse de la planta los transmiten. Los más comunes son:
- Trips (Frankliniella occidentalis y otras especies):
Transmiten virus del tipo Tospovirus, como el Virus del Bronceado del Tomate (TSWV). - Mosca blanca (Bemisia tabaci):
Vector de virus Begomovirus y Crinivirus, como el Virus del Marchitamiento Amarillo del Tomate (TYLCV). - Pulgones (diversas especies):
Transmiten virus Potyvirus y Luteovirus, entre ellos el Virus del Mozaico del Tomate (ToMV) y otros. - Minadores de hojas (aunque menos común, pueden favorecer la entrada de virus).
Controlar estas plagas es clave para prevenir la propagación de virosis en cultivos de tomate.
Medidas para mejorar el cuajado en tomates
- Riego adecuado: Reforzar el riego, para mantener un buen grado de humedad en el suelo, de manera que la planta no presente estrés hídrico. Recuerdo que cuando yo tenía 10 años mi padre en épocas de calor fuerte, regaba las tomateras cada 3-4 días, por un surco apartado de la tomatera con poca agua, y que corriera, que no se quedara encharcada, esa suavidad en el terreno mantenía una humedad ambiental adecuada. En ocasiones, aunque se esté regando por goteo, es bueno hacer uno o dos riegos a manta. En resumen: Mantén la humedad del suelo para evitar estrés hídrico, especialmente en floración. Riegos suaves y frecuentes ayudan a mantener un microclima adecuado.
- Sombreado del cultivo: Utiliza mallas de sombrero para reducir el estrés térmico y proteger las plantas de altas temperaturas, evitarás con ello que se alcancen temperaturas excesivas. Hemos tenido clientes que han puesto mitad de parcela con malla de sombrero y mitad sin, y cultivando la misma variedad, y unas plantas “no se parecían en nada a las otras”.
- Nutrición reforzada: Reforzar la nutrición fosfórica de las plantas con FITO FÓSFORO ESPECIAL, dirigida a estimular la floración y el cuajado, sin olvidar que debe ser equilibrada, aportando los microelementos necesarios como boro, molibdeno (FITO Boro + Mo), etc.
- Control integrado de plagas: Vigila y controla los trips, que se alimentan del polen y reducen el cuajado, además de transmitir virosis que debilitan la planta. Una vez confirmada su presencia, por ejemplo con Placas Celestes Horiver, actúa con fauna auxiliar o fitosanitarios autorizados, rotando materias activas para evitar resistencias. Para Frankliniella occidentalis, recomendamos productos como tenemos Sales Potásicas De Ácidos Grasos C14-C20 con marca FLIPPER, y Spinosad con marca SPINTOR 480 SC y con marca MILSAJ. Para los otros trips tenemos Ciantraniliprol con marca BENEVIA y marca VERIMARK, Tau-fluvalinato con marca KLARTAN EW y con marca KAY, Piretrinas con mcra Cordial, Piretrinas como Extracto De Pelitre con marca Cordial Extra, Formetanato con marca DICARZOL, Deltametrin con marca DECIS PROTECH y marca SUPER DELTA, Aceite De Naranja con marca Limocide, Azadiractin como Azadiractin A con marca NEEMAZAL T/S yZENITH A26), y Aceite De Parafina con marca ULTRA-PROM.
- Fitoreguladores auxínicos (invernadero): Aplicar reguladores de crecimiento a base de auxinas puede inducir un cuajado más uniforme en condiciones adversas, estimulando la división celular en órganos florales. Productos recomendados: Ana + Ana Amida con marca AGRITONE L o marca AMCOTONE. Aplicar desde el inicio de floración, periódicamente cada 10-12 días mediante pulverización o riego por goteo. Siendo seguro para polinizadores.
- Polinización manual: Complementa la polinización natural agitando suavemente los racimos para imitar la vibración de insectos y mejorar la fecundación. Simplemente con los dedos se cogen los pomos de flores, y se agitan imitando las vibraciones que producen los insectos al llegar a la flor. La parte masculina de la flor que se considera como padre serían los estambres con su saco polínico y la parte femenina de la flor el estigma o tubo polínico, sería la madre.
El éxito en el cuajado de tomates depende de un manejo integral que incluya control ambiental, nutricional y sanitario. Ajustar riego, sombra, fertilización y control de plagas, junto con técnicas auxiliares como la polinización manual y el uso de fitoreguladores, garantiza mejores cosechas y mayor calidad de fruto.
Un saludo
Vicente Gimeno
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